Mariko tenía unas orejas muy grandes. Todo el mundo se reía de sus orejas, una y otra vez.
Un día, Mariko, cansada de las burlas sobre sus orejas, decidió hacerse una reducción ella misma, y... ¿he dicho ya que el transplante fue un éxito pero que la otra chica murió?
Nop, no lo mencionaste, pero a mí me interesa más el saber si fue difícil el coser mientras te ayudabas con el espejo.
ResponderEliminarEhm, es Mariko, no Makoto. (ꏿ﹏ꏿ;)
EliminarAY! sí, es cierto ;) Jajajaja
EliminarDecidió cortar por lo sano.
ResponderEliminar〜(꒪꒳꒪)〜
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