viernes, 26 de junio de 2020

Reto: Carta de amor para Mako



PD: esto es una carta de amor aunque no lo parezca

Queridísima Mako, Makoto (o como más te guste),

Hace tiempo que ya no leo tus cuentecitos de terror que tanto me gustaban, ¿estás ausente por alguna razón? Quizás se te ha acabado el tofu y no te quedan mochis en la despensa, o tu gata ya no te acaricia los mofletes como hacía yo, antaño.

Echo de menos cuando me acariciabas el lomo como a una nutria en un lodazal, cuando tus ojos miraban a los míos, y como salían con muelles y se caían al suelo, como estallaban nuestras cabezas como sandías en un día de agosto, golpeadas por niños ciegos de manera ocasional, con sus ojos tapados por unas hermosas bandas de color negro con palabras escritas en kanjis que venían a significar "tonto". Tú dirías "baka", seguramente. Echo de menos tu acento de Chiba, aunque ahora seguramente es más de Kobe, aunque están una pegada a la otra, ¿no es cierto? Echo de menos tus besos de chocolate con sangre y arroz, con ese tufillo a sake del malo que tanto te gusta beber para inspirarte, cuando no, siempre tienes alguna botella de shochu del normalito, del que se hace en la prefectura de Hyogo, que conste que no digo que sea malo, pero es mejor besarte cuando has bebido licor de melón, o de ciruelas; incluso. De todas formas, echo de menos tocarte cuando suenan los taikos en agosto y cuando es otoño en Pekín. Tampoco tengo noción del tiempo de cuándo nieva en París o cuándo caen ranas en Tokio. La cuestión es que sabes que te quiero, que te echo de menos y que me siento como un maneki neko al que se le acaba cayendo el brazo de tanto llamar a la suerte.

No sé cuántas veces he echado de menos que me eches de más, que me tires papelitos de colores después de embadurnarme el pelo con pegamento escolar, porque te gusta hacer ese tipo de cosas, eres así de loca. No me olvido de las noches que me he pasado sin dormir a tu lado, hablando de tonterías diversas, como por ejemplo la vida social de un huevo podrido en la nevera. Pero echo mucho de menos tu sonrisa, esa sonrisa que parece un tajo de sandía, sí, como la de esos niños que se van contentos del natsu matsuri con su careta de Doraemon. Quizás echo de menos estar contigo, quizás echo de menos ser un trozo de ti, de tu tarta de cumpleaños, ¡qué se yo! Echo de menos no tener tus tonterías en mi vida, y a veces me siento un personaje de uno de tus cuentecitos, uno de esos a los que les acaba faltando la cabeza.

Parece que si no viene el monte Fuji al caminante, el caminante tiene que joderse los pies y subir al monte Fuji, sí, supongo que tendré que ahorrar unos cuantos céntimos para poder sacar suficiente para un pasaje.

Postdata: el orden me importa un pepino, me despido pero volveré.

Te quiere, tu fiel amante

Alexis


6 comentarios:

  1. Mira que te digo, Alexis o the one eyed: así no me enamoré de ti, embustero. (⊙_◎)

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  2. Cómo no, Mako? Si es una ricura.
    La vida social de un huevo podrido en la nevera no me parece ninguna tontería, plantéate proponerlo como tema de conversación en una comida familiar. Sólo imaginar las caras ya me da risa.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Eres muy bueno con esto de las letras. Has sabido captarle la esencia a mako, o al menos así lo veo yo. Una carta que siento no pudo escribirse mejor.

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  5. Bonita carta. Se os echaba de menos por aqui

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  6. Estáis preparados el uno para el otro.

    Ambos sois la bestialidad que me gusta leer.


    A mi si me parece que es una carta de amor, amor.

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