lunes, 25 de mayo de 2020

Un autobús azul


«¿Recuerdan esos pósteres que decían: “Hoy es el primer día del resto de tu vida”? Pues eso es cierto salvo en una ocasión: el día en que te mueres».



Así comenzaba Lester Burnham a narrar sus últimos momentos. Ella había visto la película, incluso tenía uno de esos colgado en la pared de su habitación, frase en linda tipografía con serifa sobre paisaje difuminado, pero seguía yendo por la vida como si fuese eterna, esto es, era un zombie inconsciente, una boba descerebrada, una autómata programada para la rutina.
Se levantó esa mañana con el pie derecho, preparó café, se metió en la ducha. Llegó diez minutos tarde, exactamente igual que siempre; la constancia era importante aunque se tratase de un defecto. Así se forjan las personalidades.
La bronca del jefe se había convertido en un clásico, algo que les resbalaba a los dos y de no producirse, crearía malestar, un cierto vacío que no se podían permitir. Le pasó la lista de visitas, había unas cuantas programadas para antes de comer pero nada extraordinario. Se metió en el coche, encendió el motor, recorrió la lista con el dedo en un movimiento de zig zag. Dolores Martínez, Jesús Soto, Sr. y Sra. Gutiérrez, Laura del Río. Esta era nueva, le llevaría un tiempo extra puesto que no conocía bien esa zona y la dejó para el final.
El matrimonio Gutiérrez estaba insatisfecho. Dedicó media hora más de lo previsto a explicarles los detalles que no entendían. Al salir de la casa, le dolía la cabeza. Esa tensión cervical de nuevo. Paró a comprar un café helado, mientras buscaba la siguiente ruta. Ni reparó en las nubes efervescentes, la vista cada vez más pendiente del reloj. Estaban a finales de Agosto, el calor y la sequía carcomían las superficies reduciéndolas a polvo que el viento movía de aquí a allá para depositarlas luego como una pátina.
Tampoco vio el primer rayo, atenta a las instrucciones del GPS. Y entonces empezó a llover. Para cuando se dio cuenta, era tan tarde como a tiempo, todo dependía de la perspectiva. El cruce, el autobús, la dirección bloqueada, los frenos que convertían las ruedas en esferas estáticas precipitándose a 90 km por hora hacia ese autobús. Era un autobús azul.
Sin saber por qué, pensó que era irónico. Pensó también en lo absurdo de ese mismo pensamiento. Y pensó en muchas cosas más, todas juntas y a la vez separadas. El tiempo se había vuelto loco o en verdad era cierto eso de que no existía. Y por encima de todo eso, se alzó la verdad verdadera: iba a morir.

La mente se calló de pronto. Experimentó un descanso como nunca había sentido y cerró los ojos.


(Les dejó además un temita para amenizar la lectura:)

https://www.youtube.com/watch?v=qEsfIoOZoqQ

17 comentarios:

  1. Me ha gustado más el fondo que la forma, me mola lo que {creo} qué quieres contar

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    1. En el fondo no me meto: lo que yo quiera contar es lo de menos, cuenta lo que tú interpretes.
      Lo de la forma me interesa. Tú como lo habrías planteado? Cuenta, que si no, no aprendo nada.

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  2. Temazo musical!!! ;) Casualidades de la vida, llevo casi tres semanas con esta canción en la cabeza, ya la conocía, pero la volví a escuchar en la película El Jilguero, y se me quedó instalada en la cabeza.
    El texto me ha gustado, ese "una autómata programada para la rutina" me ha hecho reír, pensando en que casi todos lo somos en cierta medida, quién sabe si también "sufriremos" ese mismo descanso (y paz) cuando nos llegue el momento. Está chulo el relato, después de leerlo y de leer el de Dondiego, empiezo a tenerle miedo a los autobuses, si no provocan accidentes, lo sufren.

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    1. Llevo un fin de semana con Joy Division/ New Order, y esta me tiene loquita. Qué tal la peli? La recomiendas?

      Supongo, variará el grado de rutina y automatismo, pero estas cosas, como decías en tu texto, ayudan a sacudir un poco estos estados, aunque sí, por desgracia, temporalmente.
      Lo del autobús pues no sé, en este caso solo recuerdo que no fue culpa suya.

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  3. Bueno ID ya sabes q sólo tengo piropos para tus escritos. Se nota que le has puesto ganas. Es decadente y profundo. Pero la canción no va conmigo sorry, jajja

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    1. Gracias, Mery.
      La canción, no lo sientas, cada una tiene sus gustos. Aquí lo importante es la intención ;)

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  4. Sobre la canción no puedo dejar de pensar 'que mayores sois'

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    1. Es la primera vez que oigo la canción. Al ver la fecha pensé lo mismo.

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  5. Una muerta en vida. Dejándose llevar por la inercia de las cosas y circunstancias, haciendo los deberes como cuando se pedalea la bicicleta con rumbo a ningún lugar, solo yendo, sin pensar o querer, solo avanzar, hasta que el ver de cerca la verdad verdadera(en este caso la muerte) La vida resulta más atractiva de vivirla.¡O! no, y todo lo contrario; un buen descanso bien necesitado.

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  6. La canción me recuerda a una frase: EL silencio también es una palabra.

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  7. Conmovedor, triste. Tan real como la muerte.

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  8. Esto va para todos: Todos pensáis que ella ha muerto?
    Quizás debería haber elegido otra frase para empezar.

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    1. Yo creí entender que al final el autobús azul se la llevo puesta, pero ahora que lo vuelvo a releer tengo mis dudas, no sé, porque decir no dice que esté muerta. Vaya marrón.

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    2. justo eso hace pensar la parte final de tu texto: La aceptación a lo inevitable. ¿Para qué luchar o gritar si al fin eso no cambiará nada? Mejor, dejarse llevar. Es así. releyendo, como lo veo.

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    3. La verdad es que mi intención inicial era ceñirme al reto y dejarlo en experiencia cercana a la muerte, pero la cosa viró y decidí quedarme justo antes del choque y que cada uno interpretase. Sigo pensando que es por el comienzo: una pista falsa que no pretendía serlo.

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    4. Esa primera parte no es una pista falsa, es una aseveración.

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