Pangolín y Papaya

1.
-¿Te queda algo de tabaco? – dice Pangolín asomando la cabeza desde la puerta de su cuarto.
- Nada, sabes que no compro para que no caer en la tentación – le contesta Papaya mientras hace sus estiramientos. Lleva una camiseta blanca de tirantes y unos pantalones cortos demasiado ajustados.
- Pues vaya mierda – murmura el pequeño mamífero mientras pasa la enorme lengua por sus resecos labios en un gesto nervioso.
- ¿Por qué no me acompañas en mi clase de salsa? Mover un poco las caderas te ayudará a quitarte la ansiedad
- Para bailes estoy yo…¡Lo que quiero es un piti! – Pangolín se pasa la zarpa por su lampiña cabeza y va hasta la cocina. Allí se abre una bolsa de hormigas y observa como Papaya cimbrea su cuerpo. No puede evitar fijarse en que su compañero no lleva ropa interior y se le marca toda la merienda… para sacarse esa imagen de su cabeza decide contar un chiste - ¿Sabes en qué se parecen una papaya y una fresa?
- ¿En qué? –
- ¡En que ninguna da zumo de naranja!