—Mamá, no quiero
ir al cole.
—Pero ¡qué
tonterías tienes!, venga tómate la leche pronto o perderemos el
autobús.
Ni caso. Mamá no
entiende.
Seguro que ella no
tiene que esconderse en el baño hasta que suene el timbre, o debajo
de la mesa, o detrás de la silla de la señorita Yolanda. Bueno,
ella no tiene ninguna señorita Yolanda, solo ese señor feo que
viene a veces a casa y me pellizca los mofletes y hace que se me
pongan rojos y quemen. Mamá dice que no quiere que le llame señor
feo, que no es feo y que a ella le gusta. Yo le grito que a mí no y
entonces ella se enfada y me manda a mi habitación.
El cole tampoco me
gusta pero ahora además es un sitio malo. Los otros niños me llaman
cosas feas, me tiran del pelo, escupen y cuentan mentiras.
Ayer me pasé el
recreo metida en clase. Toda la mañana a empujones, zancadillas y
pellizcos. El último me dolió mucho pero no lloré. La señorita
Yolanda no hace caso. Martina me sacó la lengua, dice que ya no
quiere ser más mi amiga. Después Pablito cogió mi dibujo, uno que
estuve haciendo mientras todos jugaban a la rueda rueda. Es un juego
tonto. Me fui a mi mesa y me puse a pintar como en navidad. Iba a
hacer un dibujo más bonito todavía y esta vez papá sí vendría.
Pero el idiota de Pablito lo arrugó y lo rompió en mil cachitos y
eso sí me hizo llorar. Me subieron todas las hormigas de repente por
el cuerpo y al rato, Pablito también lloraba. Tenía un lápiz
clavado en la mano, la señorita Yolanda me zarandeaba por el brazo y
gritaba: « ¡Eres mala, muy mala!».
—¡Mala! ¡Mala!
¡Mala! —gritaban todos.
Me ha gustado el final, ese Pablito necesitaba un correctivo. Supongo que a veces hay que ser "mala/o" para volver a restaurar el equilibrio.
ResponderEliminarNaufrago, estoy ligeramente de acuerdo ( suelta risa macabra) jejejeje. La parte de que la rueda es un juego tonto la amé, esa es una frase sencilla y conmueve, Indigo ¿Los niños usan diminutivos para sus compañeros?...
EliminarJeje un cuentecito de niños crueles. Bian, guapita.
ResponderEliminarMuy bueno. No me gusta "la voz" pero entiendo que es la propia de una niña.
ResponderEliminarLe está bien empleado al Pablito ese, aunque yo, contradiciendo a Kobbe, se me hace raro que esa sea la voz de una niña, sobre todo en las partes de descripción, me parece más mayor, entiendo que es muy difícil ponerse en el papel de una niña de esa edad y hablar como lo haría ella.
ResponderEliminarLa voz, tiene razón Rosalía, ella lo hizo mejor. La verdad no arriesgué, preferí que quedase medianamente clara la historia detrás del mal comportamiento. Pero tomo nota, tal vez la reescriba con un lenguaje más infantil, como ejercicio personal.
ResponderEliminarY si, Pablito necesitaba un correctivo, aunque igual a la nena se le fue un poco el lápiz.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa ¨mala¨ no, la incomprendida. Muy buena historia. por cierto, al no conocer la palabra moflete, se me vino a la cabeza una historia más oscura... Un pellizco más sombrío... En fin. Nada. Estuvo bien que quedara así.
ResponderEliminarPor qué será que al escribirlo tuve también una pequeña duda con esta parte?
EliminarGracias por recordar las dimensiones que puede alcanzar un relato.
Me gusta mucho lo que cuenta pero a ciertas frases le sobran palabras que no diría un niño o estructurarlas de otra manera. No es nada fácil. Me gustó a mi tamb la venganza jajja aunq no entiendo por qué le dicen mala si seguro q todos le odian
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