sábado, 9 de mayo de 2020

Pangolín y Papaya 3

- A ver, empiezo yo – dice Pangolín mientras le da un trago al cubata. A su lado está Jaba que también ha empezado a beber. A pocos metros, separado por una barra americana está Papaya en la cocina. Mientras escucha la conversación, se está preparando un batido detox – el secreto que voy a confesar es...que me va el Bdsm.
- ¿Y qué coño es eso? - pregunta Jaba confuso estirando las orejas al máximo.
- Pues que el pequeño Pangolín, ahí donde le ves, es un guarrete...- aclara Papaya mientras se acerca al sofá y se sienta en el reposabrazos. Trae un bigotito verde sobre el labio, señal de haber empezado con el batido - Vamos, que le va el cuero y las fustas.
- ¡¡UUUUUIIIIII!! ¿Osea que te mola que te meen en la cara?
- Que no, coño. Simplemente me da morbete que me aten, atar y ese rollo. Nunca he ido más allá de algún azote.
- Osea que te gusta sufrir...- dice Papaya con una sonrisa en la boca - Ahora entiendo lo estudiar la carrera de filosofía.
- Ahora ya sabes por que iba tanto a la ferretería. Era ver una cuerda o un par de bridas y me ponía como una moto.
- ¡¡UUUUUIII!!!
- Venga, me toca – dice Papaya acabándose el zumo de un trago. Acto seguido se acerca a la cocina para dejar el vaso en el fregadero. Mientras sus compañeros esperan en silencio, le da un fregado rápido al vaso y cuando termina, mira por la ventana - Ale, las del segundo por la calle ¿no saben que no se puede pasear? ¿A dónde irán esas? Como decía mi yaya: puta la madre, puta la hija, puta la sombra que las cobija.
- Pues yo les daba a las dos – dice Jaba mientras se acaricia la panza peluda.
- Tú es que me dabas a mí si me dejara – le dice Pangolín mientras le tira un hielo a la entrepierna - que estas en un celo perpetuo.
- Mi confesión es – interrumpe Papaya mientras vuelve de la cocina, hace un silencio dramático y luego continua– ¿te acuerdas cuando me dejó aquel camarerito rubio? Que lo pasé tan mal... tan agobiado estaba que me busque un psicólogo - sin esperar respuesta continua hablando – ¿y te acordarás que fui dos veces y no volví más, no? Pues dejé de ir porque en la segunda sesión nos liamos. Cuando terminamos, me decía que había sido un error, que no era profesional y que por ética profesional no podíamos seguir el tratamiento. Cuando estaba de rodillas no tenia tantos remilgos...
- ¡¡UUUUIIIIIII!! Vaya dos, luego tengo yo la fama de pervertido… Pues más allá de haber robado algún tanga de los tendales de la comunidad, no tengo ningún secreto guarro que contar... - dice Jaba mientras se relame entre los colmillos - El único pensamiento inconfesable que tengo es que, en la situación actual, me están dando ganas de cargarme a la vieja y quedarme yo con el piso. Con tanto muerto por todos lados, si una noche me levanto y le coloco bien la almohada a madre, nadie iba a hacer demasiadas preguntas...
Un incomodo silencio se instala en el piso. Pangolín incomodo, revuelve los hielos en el vaso. Papaya le mira con los ojos abiertos como platos y se ve en la obligación de decir algo – ¿sabéis como se llama el primo vegetariano de Bruce Lee? Broco Lee....

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