jueves, 7 de mayo de 2020

Pangolin y Papaya 2



- ¿Qué es esto? – pregunta Pangolín enojado mientras sostiene con su garra una bolsa blanca de plástico. Papaya le mira sin comprender del todo, pero dispuesto a disfrutar de uno de los habituales berrinches de su compañero. Le ve plantado en medio de la cocina. En chanclas y vestido únicamente con un horrible bañador con unas enormes flores rosas - ¿Dónde está la birra? Sólo te pedí dos cosas: cerveza y una buena bolsa de hormigas. Lo necesito para no volverme loco en este maldito encierro.
Dicho lo cual mete el hocico en la bolsa. Mientras rebusca ansioso con su enorme lengua, no para de farfullar – todos los caribeños sois iguales… coméis arroz con pollo o pollo con arroz…por lo menos podías haber comprado un par de botellas de ron, pero no, me tuvo que tocar el único cubano abstemio.

Pangolín por fin saca la cabeza de la bolsa y al hacerlo, enrollado en su lengua sostiene un envase de plástico. Con desprecio lo deja caer al suelo – ¿y esto qué es? ¿Alpiste? ¿Nos hemos comprado un periquito y no me he enterado?
- Eso es quínoa, ignorante. Ahora más que nunca tenemos que cuidar la alimentación. Si no queremos ponernos gordas, mientras estemos confinados en casa tenemos que mantener a raya a los hidratos.
- Puff… a veces se me olvida el porqué de seguir viviendo. Voy a llamar a Jaba a ver si él tiene combustible – tras esto, asoma medio cuerpo a través de la ventana y empieza a gritar por el patio – ¡¡¡Jaba!!!
Tras insistir una par de veces por fin se oye una respuesta – uuuuiiiiii
- Jaba tío – grita Pangolín – baja y tráete algo de priva. A ver si matamos el tiempo echando unos tragos.
- Uuuuiiiiii – se escucha como respuesta.
Cuando vuelve a meter el cuerpo dentro, se encuentra con la mirada reprobadora de su compañero – ¿sabes que están prohibidas las reuniones sociales? ¿Quieres meternos en problemas?
- Serán solo unos tragos y Jaba es de la familia. Además, ese tiene tanta química dentro que ningún virus es capaz de agarrar en su cuerpo.
A pesar de esto Papaya sigue ofuscado mientras coloca meticulosamente la compra en la nevera. Ahora es Pangolín el que le mira y sonríe – ¿Papaya?
- ¿Qué quieres?
- ¿Sabes cuál es la fruta más impaciente?
- Ni idea, Pangolín.
- La manzana…la manzana no es pera…


3 comentarios:

  1. Pues el bañador no era tan horrible, me gusta.

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  2. Quillo!! ¿tu haces los dibujos? son muy buenos en serio, sobre todo el de la pera sentada, ese no puedo dejar de mirarlo. Aquí hay talento amigo. Indigo tiene razón, ese bañador no es tan horrible, yo lo veo como colorido y alegre.

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  3. Los dibujos son obra de Despeinada

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