jueves, 16 de julio de 2020

Tres tristes tigres

Miro a través de la ventana inquieto. Desde que hablé con mi hermano estoy con la incertidumbre dentro del cuerpo. Es cuestión de tiempo que llegue mi hora.
No puedo entender como mis hermanos no le dan la más mínima importancia, bueno sí puedo, son un par de descerebrados. Haciendo un esfuerzo podía entender a Mayor, lo suyo es comprensible. Desde su torre de marfil no tiene nada que temer. Para él, la vida es fácil (siempre lo fue) protegido por sus resistentes ladrillos, con su ostentoso sueldo de economista (quien carajo sabe a que se dedica en realidad) y su enorme televisión de setenta pulgadas y 4k para acabar viendo películas de vaqueros de los años 60. Para él es fácil, cuando le llegue la hora lo observara desde la seguridad de sus muros solidos y en el improbable caso de que los derribe, siempre tendrá la posibilidad de comprarse un casa aun más grande con una televisión aun más monstruosa.
Vuelvo a mirar por la ventana. Nada. Hago un repaso rápido por la casa. Veo los tablones de madera que hacen de paredes, mis dudas sobre su fiabilidad aumentan a cada instante. Paseo la mirada por mi alrededor con preocupación: mi colección de figuras bélicas, Churchill orgulloso en su pecerita, mis brillantes zapatos en imitación piel…
Más sorprende es el caso de Pequeño, cuando me llamó para decirme que había recibido la visita y le había arrebatado todo lo que tenía (también hay que reconocer que no era gran cosa: un chamizo de paja y cuatro muebles de quinta mano) estaba de lo más tranquilo. Casi se le veía alegre, que podía ser una oportunidad para empezar una nueva vida me dijo. Que al menos le había dejado la guitarra. Maldito inconsciente.
Miro el reloj…¿Dónde estará? Llevo ya cinco días esperando a que llegue, sin salir de casa, sin vivir… temiendo su presencia. Con su negro y fosco pelaje, sus fauces hambrientas y sus potentes pulmones.

12 comentarios:

  1. El del medio es el que más miedo tiene por ser prudente.
    Interesante. Es la primera vez que oigo la versión de uno de los tres.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esa era la intención aunque reconozco que me quede a medias. La idea era contar la historia desde otro punto de vista.

      Eliminar
  2. Respuestas
    1. Siento no haber estado a la altura pero ....no. SI ya me costó la primera vez imaginate el segundo intento, sería horrible

      Eliminar
  3. 3 Tigres temiendo a un lobo? Bueno, pero que esto lleva toques de realidad. E igual era el arrendatario desalojando a los hermanos tigre(luchadores profesionales), ¿no? Igual, me recordó a el famoso trabalenguas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La lié un poco...la historia es la de los 3 cerditos pero a la hora de titularla me salió lo de los tigres :)

      Eliminar
  4. Ay Kobbe, que nos has hecho una reflexión del cerdito en plena espera de la llegada del malvado lobo. Se me ocurre nueva novela, entrevista con un cerdito. Jejje
    Has cogido el cuento por otro lado, me gusta, pero creo q no cumple el reto pq no le aportas nada diferente a la historia. Te faltó Pangolin y Papaya de vecinos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No me quiero encasillar... Pues lo de entrevista con el cerdito me da para otro "PyP" :)

      Eliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  6. ¿El cuento trataba de los tres cerditos, o de los tigres?

    ResponderEliminar
  7. Me gustó como crítica social, muy irónico.
    El lobo qué, era el cobrador del frac?

    ResponderEliminar