domingo, 11 de octubre de 2020

La espera

 

J esperaba que esa mañana radiante eso que llevaba esperando tanto tiempo sucedería por fin. Lo dijeron las flores, fragantes y coloridas, las hojas de los árboles con su prístino verdor hasta el petirrojo del jardín que nunca se asustaba de su presencia y al cantar le recordaba a esos chirriantes y estridentes juguetes para perros.

Se puso su mejor y más adorado vestido, uno verde que dejaba entrever los hombros, con falda de vuelo y un gran volante de un verde más oscuro en el bajo.

A las ocho el panadero con fragancia a hogaza, a huevo batido, a diosa madre, a vida le dejó una madalena dorada, esponjosa, cubierta de nacarado azúcar, que se comió rápidamente.

A las nueve pasó el pescadero, con su carga de aminas malolientes.

A las diez saltó emocionada por el timbre de una bicicleta, con el corazón en un puño pero solo era el repartidor de periódicos que iba retrasado.

A las once le pareció escuchar el ruido de un coche, que se acercaba.

A las doce le pareció ver una silueta borrosa sobre la línea ondulante del horizonte lejano.

A la una llegó el cartero el cual dejó la correspondencia en el buzón, saludó con la cabeza y siguió andando hasta llegar a la casa del vecino, el Sr. Cortés, un señor muy amable al que también saludó dejando la correspondencia. Desde allí continuó hasta casa del Sr. Rodríguez, cuya mujer siempre estaba de viaje. Volvió a hacer lo mismo saludando con la cabeza y siguió hasta la casa del Sr. Narciso que era muy guapo. Repitiendo lo mismo, continuó andando hasta casa de la Srta. Abril que siempre estaba triste aunque era muy bella. A partir de ahí dobló la esquina y ya no logró volver a verlo.

A las dos J tenía sed y mucha hambre pero no iba a abandonar su puesto por nada del mundo.

Esperó toda la tarde y nada ocurrió. Estaba muerta de hambre, medio deshidratada y sintiéndose terriblemente cansada se dio cuenta de que toda su vida estuvo esperando que algo sucediera pero al final jamás sucedía nada. Cerró los ojos, apoyándose contra la pared del porche y se quedó dormida. Soñó que se levantaba y abría el buzón y allí había un sobre azulado sin matasellos ni remitente. Al abrirlo leyó: “Esta noche vendré a buscarte”. Abrió los ojos de repente y se acercó al buzón. Solo había un folleto publicitario y dos cartas, sin importancia. Suspiró. Estaba muy cansada. El sol se ocultara tras las montañas hacía tiempo y ahora hacía frío. Volvió a suspirar.

Entró en casa, se dirigió a su habitación, se quitó la ropa, se puso el camisón y se metió en la cama. Volvió a recordar la frase: “Esta noche vendré a buscarte”. De repente supo quién la había escrito e inmediatamente ya no sentía hambre, ni sed, ni frío, ni nada de nada. Todo estaba bien. Cerró los ojos y siguió esperando por última vez.

8 comentarios:

  1. Ahhh, pero que bueno estuvo!!!
    Aunque he de decir que me causó un poco de conflicto personal, eso; de siempre esperando. Hay que salir a buscar lo que se quiere, pues nada nos llegará en bandeja de plata peladito y en la boca.

    A las doce vio a quien esperaba, ¿no? Bueno eso quiero creer. Vaya, me pregunto, que tan malo es llegar a ser viejo. Hay quien dice que es mejor morir joven y apuesto, y otros, que entre mayor edad mejor, por lo de la sabiduria. Bah, en fin. La muerte, no hecha por mano propia, por lo regular suele tomar esas decisiones sin consultar a nadie. Repito, me gusto mucho.

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    1. A saber a quién vio a las doce o si vio a alguien realmente. Y en qué momento dije yo que se moría? Jajajajja.
      Me alegra que te gustara. ;)

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  2. Muy bien pajara pero quitando un par de "errores" me parece un texto muy bueno... si que tiene alguna parte dificil de digerir pero en globar es un bonito relato. Puede parecer un relato lento pero viendo al protagonista quizas sea ese el ritmo que tiene que tener.
    buen trabajo

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    1. Otro que creyó que era vieja y se moría? Vaya!
      Pues claro que es lento, está recargado y más que lo estaría si no hubiera tenido que reducirlo a 500 palabras.
      Gracias.

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  3. No sé muy bien si encaja en el reto pero como tú lo has propuesto eres la q manda.
    Por lo demás es un texto de tu estilo muy bien escrito y melancólico.

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  4. No me digas que tú también veías a la muerte? Y yo que quería hacer algo ambiguo...
    A saber si está bien escrito! Lo único que puedo decir es que no es exactamente como yo lo escribiría, jajaj

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  5. Yo he imaginado a una chica que espera todo el día y nada llega. En un sueño le dicen que vendrán a por ella, esa frase me lleva a pensar en la voz del más allá.
    Me cuesta ver los errores de los tiempos verbales y adjetivos cargados.
    A mí no me pareció un texto lento. Me gustó

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    1. Quise hacer algo parecido a lo que tú hiciste y no salió; para ajustarlo a las 500 palabras tuve que recortar repeticiones y redundancias. O eso o no había historia.
      Gracias por leerme.

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