« Extraños avistamientos siembran el temor entre los curiosos que la pasada madrugada se dieron cita en la Isla de Ons para contemplar las Lágrimas de San Lorenzo», era el titular del periódico local esa mañana. La radio no hablaba de otra cosa y a mediodía la noticia apareció también en varios programas de televisión. Los testimonios hablaban de puntos luminosos sobre la superficie del agua, de formas humanoides entre los matorrales, incluso una persona creyó haber visto algo grande, oscuro y con forma de huevo sobrevolando la playa, lo que tenía su gracia, pues pese a confesar que había bebido y dudaba de sí mismo, fue el testigo que ofreció más detalles.
Para los lugareños, lo sucedido no tenía nada de extraordinario ni se relacionaba con seres del espacio. Era algo que venía aconteciendo de forma regular desde que, en 1936, Didio Riobó, el último señor de la isla, se ahorcó agobiado por el acoso de los falangistas. Bastaba preguntarle a alguno de los ancianos —ya no quedaban muchos pero sus cabezas seguían bien amuebladas— para poner fin a la histeria sobre OVNIs. En cambio, los reporteros, dos idiotas que acudieron con pinta de querer estar en cualquier parte menos donde estaban, solo hablaron con los veraneantes del camping. Los pobres nada sabían. Después de todo, ellos iban a la isla a tomar el sol, hacerse fotos cerca del faro, en las dunas, en Buraco do Inferno, cualquier marco pintoresco que sirviera para colgar en Instagram, y luego se largaban. En esas fechas además iban a ver estrellas. A algún iluminado se le ocurrió decir que el sitio era un excelente puesto de observación del cielo nocturno y cada año llegaban más para unirse a los otros que querían ver cormoranes o arroaces.
Decían que el número de visitantes estaba controlado y así era, aunque de vez en cuando se requerían medidas adicionales. Medidas con doble objetivo, ya que el verdadero trasfondo era político, un viejo asunto pendiente que se resolvía según el tradicional hacer de la región. Las acciones constituían un mensaje para unos pocos; el que tenía que entender, entendía. Se trataba de seguir un plan simple, implicando a cada habitante, una labor que requería paciencia y pocos cuestionamientos. A veces se producían contratiempos e imprevistos.
Por un cúmulo de circunstancias, las cosas se habían desmadrado y el final se acercaba más pronto de lo esperado, aquello se llenaría de curiosos, investigarían.
Y sin embargo puede que que no estuviera todo perdido. Si eran espabilados podrían sacar provecho del asunto.
No desentonas en este nuevo registro formal aunque últimamente estás muy misteriosa y no pillo bien el transfondo de la historia
ResponderEliminarFormal de aburrido?
EliminarSí, también me lo pareció un poco.
No, hija. Formal porque hay partes que "habla" un periodista o al menos es un registro más periodístico
EliminarEl final me agrada. Pensé en algo como la serie Dark.
ResponderEliminarJo, que guay, pero esa iba más de saltos en el tiempo, no?
EliminarBueno, de boca en boca la noticia se distorsiona, y mucho más, si quien inició la historia fue un borracho. El complot dentro de la isla me hace pensar en temas de independencia. No sé, siento que por ahí va la cosa, o igual y me equivoco. La verdad no logro ver más allá de eso.
ResponderEliminarAlgo así, DonDiego. Me enteré de que la isla es un buen lugar para ver lluvia de estrellas y al leer sobre su historia, surgió la idea. Al parecer sus habitantes no son dueños ni de sus casas y me llamó la atención.
ResponderEliminarLo bueno que tienen todas las historias sobre objetos voladores no identificados (OVNIS) es el bipartidismo, en decadencia, a lo hora de negar o confirmar la verdadera existencia de vida extraterrestre. Lo curioso de todo este rollo es el misterio que rodea toda información sobre su realidad. Soy más de creer que todo secreto, cualquier secreto, es pura falsedad, teatro, fantasía y tontería mental para jugar con las mentes sencillas.
ResponderEliminarAquí lo veo algo más claro, con el relato de los más viejos del lugar, que no hacían caso al caso de las luces en el agua y los humanoides en los matorrales.
Han pasado muchos años desde los últimos avistamientos, que tanto asustaban al mundo, y no han conseguido mostrar ni medio extraño ser no terrestre.
En estos momentos tan duros que estamos atravesando juraría que, si un grupo de jóvenes ve una nave extraña surcando el cielo suplicaba al piloto que los sacara de este mundo loco.
El misterio y la fantasía surge ante algo que no conocemos o no podemos explicar. El secreto es otra cosa que no necesita disimulos ni falsedad pues está oculto, no visible. En este caso es una especie de "lavar los trapos sucios en casa" que se sale de madre por un exceso de imaginación y probablemente de testigos.
EliminarHay una peli en la q los habitantes de un pueblo tienen la eterna juventud por una fuente y cada año deciden a quién van a ahogar en ella. Me recordó a ella. Muy bien narrada la parte periodística y la historia da miedito con ese complot de silencios.
ResponderEliminarGracias, Mery. Eso de ahogar a alguien en la fuente era para mantener los efectos? De qué peli hablas?
Eliminarhttps://youtu.be/UnMZ6ezcZ1o
EliminarThe spring se llama, sale el de twin peaks, ese tío me gustaba en el rollo Laura Palmer
Y los del pueblo deciden a quién van a ahogar en la fuente porque todos no pueden seguir viviendo eternamente.