sábado, 29 de agosto de 2020

Deseos (terminado)


Aquella noche quedamos en la playa. Con la excusa de ver no sé qué de las estrellas, la peña iba a hacer una litrada y aprovechar por si con el ambientillo romántico se podía sacar tajada.

Y allí estábamos, hartos de beber, tumbados sobre la arena, mirando al infinito y tratando de evitar que el sueño dominara nuestros cuerpos.

Poco a poco todos se fueron retirando, aquello empezaba a ser demasiado aburrido. Cuando los últimos se despidieron Txefo y yo nos miramos sin saber muy bien qué hacer. Creo que ambos estábamos demasiado borrachos para volver a casa así que nos encogimos de hombros y de la misma salimos corriendo en dirección a la orilla.

Allí, nos detuvimos con los ojos puestos en el infinito. La vista era increíble y las olas con su vaivén invitaban al baño.

No lo pensamos dos veces, nos pusimos en pelotas y al agua patos.

Nadamos un rato sin mediar palabra. Yo estaba flotando sobre el agua observando el cielo. Otra estrella más comenzó a caer. Pero esta vez la cosa era diferente. Comenzó a acercarse poco a poco. Cada vez la luz blanca era mayor y más intensa. Txefo me gritó asustado. Estábamos cagados de miedo.

 Y cayó. La estrella cayó al mar y este se volvió de color esmeralda, cristalino y luminoso. Éramos capaces de ver el fondo y los animalillos marinos nadaban confusos alrededor de nuestros cuerpos. 

Se hizo un inquietante silencio.

Txefo confundido dijo en voz alta: 

- ?Sabes cuál es mi sueño? Ser como Nacho Vidal. Estar forrado y pasarme la vida entre tías buenas.

- Joder tío vaya ídolo q te has buscado. Pues a mi me gustaría ser un tío poderoso, e intocable.


No recuerdo muy bien cómo volvimos a casa pero si cómo me desperté.

Estaba tranquilamente en brazos de Morfeo cuando sonó el wasap.

Txefo:

“Tio, esto es la ostia!

Me ha pasado algo flipante

Me he despertado con una empalmada del 15 y cuando he ido a desfogar, me noto que tengo un pollón descomunal.

Joder, pensaba que estaba soñando. 

Me he tenido q levantar y mirarmela al espejo.

Mira tío

-Foto-“

Yo:

“Subnormal, xq me mandas esto?

Vete a la mierda cabrón

Donde ostias has metido la polla?

Paso, no quiero saberlo.

Vete al médico gilipollas”

Me levanté trastocado aún por la imagen tan vomitiva que a acababa de ver y me dirigí a echar el meo matutino.

Al salir, me vi por el rabillo del ojo reflejado en el espejo del lavabo.

- Pero ?qué coñ??

Esto es una broma de mal gusto. ?Dónde cojones está mi cara?

Me lave varias veces pero no había manera, estaba irreconocible.

Llamé a Txefo

- Ven echando leches!

- Ahora tío?

- Si, ahora.


Pasaba el tiempo y Txefo tardaba en llegar. 

Al cabo de un par de horas sonó el móvil. Era él.

- Tío dónde mierda estás? Llevo toda la mañana esperándote. Seguro que ya has liado una de las tuyas...

- Dani, escúchame, tengo sólo dos minutos de llamada. Estoy en un lío.

Me han detenido por escándalo público, y estoy en la comisaría de los picoletos. Necesito que vengas no puedo llamar a mi casa. Por favor!

Noté que a Txefo le temblaba la voz 

-  No te preocupes colega, te voy a sacar de ésta.

Trame un plan. Busqué entre la ropa de mi viejo algo elegante que me sentara bien y salí pitando a la comisaría.

Antes de entrar respiré hondo. Necesitaba tener la mente fría para que se creyeran mi actuación. Jeje siempre había soñado con ser actor y este era mi momento de brillar.

Entré con seguridad y mirando al frente hasta llegar a la ventanilla de atención al público.

El guardia civil estaba atareado entre papeles y le llamé la atención con el típico carraspeo de garganta.

El picolo levantó la cabeza y se quedó blanco al verme. Yo me reía por dentro. Debía mantener la compostura. Le miré fijamente.

El agente se marcó ante mí el saludo militar y musitó un - mi señor que le trae por aquí? -

- Agente, creo que erróneamente han detenido al hijo de una de mis empleadas de servicio y vengo a llevármelo.

- Oh señor, seguro que ha sido un terrible error como usted dice. Es el chico del autobús?

- Del autobús?

- Si, el único al que hemos detenido hoy es un pervertido que se ha subido a un autobús repleto y se ha dedicado a restregar su miembro erecto entre el pasaje.

- Oh! Lo siento, no volverá a ocurrir. El pobre tiene una tara. Normalmente está encerrado pero hoy ha debido de escaparse. 

Puede llevarme ante él?

- Si, por supuesto señor.

El picoleto fue delante mío indicándome el camino.

Txefo estaba sentado en un banco, esposado y custodiado por dos verdes colocados tras sus mesas de oficina.

Al verme se pusieron en pie y se marcaron otro saludo militar.

- Señor! 

- Descansen, descansen! - les indique, como en las pelis.

Txefo me miraba con un gran careto de sorpreson. No me reconoció.

- Vengo a por el arrestado. Yo me haré cargo de él. Es hijo de una trabajadora del Palacio Real.

- Sin problemas señor, como usted ordene.

Agarré a Txefo de la manga y le susurré al oído:

- Tira pa lante so tonto del culo. La última de la que te saco.

Txefo me miró incrédulo.

- Eeeeresss tuuu?

- Calla, a ver si la cagas!

Al salir todos los picolos se habían puesto en fila y al grito de - Viva España! Viva el Rey! - nos despidieron.

Ya fuera Txefo empezó a reírse.

- Joder tío tienes la cara del Juancar jajjaja.

- Cállate idiota, has visto la pinta que tienes? Parece que vas pidiendo guerra con esa cosa que te ha salido.

Voy a taparme un poco que como me vea la peña la voy a liar y cuenta qué ostras has hecho en el bus.

- Pues na, cogí el bus para ir a tu casa. Estaba hasta arriba de lleno y este trasto es inevitable no chocarlo con todo. La gente empezó a apartarse y a insultarme. El autobusero detuvo el bus y se dirigió hacia mí amenazándome con que si no me relajaba y me comportaba llamaba a los civiles. Claro yo no podía relajarme, y lo siguiente ya lo sabes.

Esto es una mierda Dani. Me he tenido que poner un vaquero de la gorda de mi hermana porque los míos era imposible. Encima una vieja me ha metido su teléfono en el bolsillo. 

- Pues dime tú qué hago yo con este careto. 

- Se me ocurre una idea. Cris, mi amiga buenorra , la emo. Le molan mogollón los rollos paranormales. Igual sabe algo de lo que nos pasó ayer...

- Vale, vamos pero en el coche me cambio de ropa que me pica el cuello con el polo este de mierda.

Txefo le mandó un mensaje a Cris para quedar en el bareto dónde solíamos tomar las cervezas. 

Cris, tan voluntariosa como siempre,  puso mil pegas hasta que la sobornamos con comprarle una camiseta de algún grupo petardo de su gusto.

Y allí estaba, con su pelo negro y su largo flequillo a un lado. Verle con cara mustia no era novedad. Creo que le faltaban músculos en la cara y por eso no podía sonreír.

Saludó con desgano a Txefo y preguntó:

- Qué Dani, por qué te tapas la cara? O es que por fin te has dado cuenta que tienes cara de capullo?

- Tan simpática como siempre Cris. Pues no, me pasa esto.

Y le mostré mi rostro.

Cris se quedó estupefacta. No era capaz ni de parpadear. Tras unos largos segundos así, soltó una pavorosa carcajada nunca oída hasta entonces.

-  Tío estás  de portada de revista. Puedo hacerte una foto?

Lo del careto de Juancar con la camiseta de Iron Maiden y los pantacas rotos, es total. 

Cómo has hecho ese maquillaje?

- No es maquillaje, lista, es un hechizo o algo así.

- Ummm interesanteee. Contarme!

Por primera vez vi a Cris con cara de "te estoy escuchando y me interesa".

Tras escuchar la historia, la maciza emo se quedó pensativa. 

- Es sabido que a las estrellas fugaces se les suele pedir un deseo y la noche de las lágrimas de San Lorenzo es especial puesto que como caen tantos meteoritos, se crea un ambiente mágico y de una fuerza paranormal que escapa a nuestro conocimiento.

Digo esto, porque no eran realmente estrellas lo que caían sino meteoritos que al entrar en contacto con la atmósfera terrestre se incendian. Lo que visteis era una bola de fuego que fue a apagarse al mar. Y por lo que contáis debía ser de gran tamaño puesto que tardó un rato en apagarse después de precipitarse.

No sé, la única solución que se me ocurre es que esperéis a las  siguientes lágrimas de San Lorenzo.

- Que esperemos al año que viene? Debo pasar todo el año siendo el Juancar?

Ni de coña! Y menos ahora que el tipo está de mierda hasta el cuello con lo de la pasta que le han encontrado guardada en Suiza.

No tendría dónde meterme. Por supuesto,  a mi casa no puedo ir, al Palacio Real con el Felipe y la Letizia tampoco , con la Sofi , na, la pobre si fuera ciervo se pegarían de ostias los cazadores por tener su cornamenta colgada en la pared.

Quizás la rubia esa.. cómo se llama?

 - Corina, la tipa aún está para hacerle algún favor...Pero no sabes inglés.

- Calla Txefo, ya me imagino, tú y la vieja esa. Un exitazo de peli porno. 

- Tíos dejarlo, me están dando escalofríos, no sabéis hablar de otra cosa?

- Si Cris, hablemos de una solución a esto o éste terminará explotado como macho alfa en la sala Bagdad y yo me tendré que confinar de por vida.



El barrio de la Palanca en Bilbao, se había convertido en típico lugar a evitar por los autóctonos. En su día su larga calle se transformaba por las noches de bulliciosa y comercial a lugar de fiesta y lujuria.

Sus cabarés frecuentados por mujeres sin nada que perder y hombres con el bolsillo caliente por la paga semanal, lo hacían famoso. Borrachos, putas y sexo era el ambiente cotidiano al que el vecindario se había acostumbrado.

Los tiempos cambiaron y entró el polvo blanco, corrompiendo  todo aquello que tocaba. Las chicas, muchas consumidoras salieron de los locales para ofrecerse en cualquier rincón en una amalgama de yonkies, chulos y traficantes.

La decadencia llegó al barrio.

En un desesperado esfuerzo, los bohemios y los ilusos luchadores instalaron sus negocios para intentar volver a tiempos mejores.

Y a ese barrio nos llevó Cris.

Se paró frente a una tienda con oscuro escaparate. Velas, cartas del tarot, una bola de cristal y de más objetos de brujería se exponían en su interior.

En el letrero que colgaba sobre la puerta ponía:

“La bruja Xena”

Miré con desconfianza a Txefo. Una bruja, ¡Bah!, Más bien una timadora de atontaos, pensé.

- Vamos, entrar- Cris movía su mano izquierda mientras sostenía la puerta con la otra.

- Paso tía. Nos va a sacar la pasta para nada.- Respondí.

- ¿Tienes una idea mejor?

- Vale Cris, pero yo no suelto un chavo.

- Tranqui rata, ya he hablado con ella y el trabajito de brujería lo hará gratis.

- Uff ¿brujería? Yo paso Cris, esto me da mucho canguelo.

- Txefo, tío se un poco valiente, ¿Te doy la manita para entrar?

- No, mejor me la agarras, vete a la mierda Dani.


La entrada era oscura, a penas se podía ver algo.

Unas pequeñas lucecillas como luciérnagas adornaban las paredes.

Cris entró con paso firme.

 No era la primera vez que estaba allí.

Al llegar al fondo, surgió una habitación plagada de velas. El humo flotaba en el aire mezclándose con un olor a incienso que hacía del lugar algo místico e intrigante.


-¡Xena, hemos llegado! Gritó Cris.

- No hace falta que grites niña, os he oído llegar.

Cómo de la nada surgió una figura alta y esbelta. Su voz era grave  y  dominante.

Al acercarse a las velas pude verla mejor.

Era de tez muy oscura, pero los rasgos de su cara eran muy finos. Sus ojos eran negros como el carbón y sus labios terriblemente sensuales.

En sus mejillas tenía unos tatuajes tribales.

Su largo y liso pelo negro caía hasta alcanzar su cintura.

Sentí un calor en la entrepierna.

Esta tipa me ponía. 


- Bueno chicos, vaya lío en el que os habréis metido. Habéis desafiado al poder de los elementos desperdiciando su magia con absurdos deseos y os ha castigado.-


Se aproximó a nosotros. Puso su mano sobre el hombro de Txefo mostrando unos finos dedos que terminaban en unas maqueadas uñas pintadas en rojo.


- Madre mía, no quiero saber qué pediste, aunque me lo puedo figurar- exclamó con cara de sorpresa mientras no quitaba ojo al paquete de Txefo.


- ¿Y tú?- dijo mientras se me acercaba como una jodida diosa.

No podía hablar. Tenía el gaznate seco y pastoso.


-¡Ah! A ti te ha comido la lengua el gato.- me susurró al oído.


-¡Noo! Dije soltando tremendo gallo.

Estooo.. Mira el careto que tengo.


- ¡Jajaj! ¡Bonita cara! ¿no había otra?-  volviéndome a susurrar en la oreja mientras deslizaba un par de sus garras felinas por mi jeta.

Noté tremendo erizamiento y no sólo de pelo.

- ¿Se te ocurre algo Xena?- soltó Cris con cierto tono de incomodidad.

- Creo que les voy a hacer un trabajito de magia cubana. 

- ¡Ah no, eso no!!  Vas a matar un gallo y a escupirme vete a saber qué porquería. Paso. Me voy.

- Txefo tío, ¿Dónde vas? ¡No seas idiota!- le recriminó Cris.

- ¡Venga Txefo si a ti te ponen esas guarradas!- le dije para quitarle hierro al asunto pero yo también estaba acojonado.

- Chicos, seré buena.- La bruja nos miraba sádicamente.


Xena decidió hacer el rito por separado. Primero sería Txefo y luego le tocaría al menda. La cosa se puso sería cuando le pidió a Cris que volviera en un par de horas. Se supone que no era aconsejable exponerse a la brujería ajena. ¡Ups! ¿Qué coño va a hacer la tipa esta?


Xena se acercó a Txefo y le indicó moviendo su cabeza, que entrara en una habitación cuya puerta se ocultaba tras un cortinon de terciopelo granate.

Yo me quedé allí plantado, sentado en torno a una mesa redonda cubierta por un mantel también granate y con la típica bola de cristal en medio.


Comenzaron a escucharse los sonidos de alguien cantando. Xena entonaba un mantra que me recordaba a las pelis de indios y vaqueros.


Se hizo el silencio. Un rato. Otro rato. Empecé a ponerme nervioso. ¿Qué estarán haciendo ahí dentro?

Me acerqué a la puerta. No se oía nada.

Di una vuelta y otra y otra alrededor de la habitación hasta que decidí entrar.

Cuando estaba girando la manilla, noté una fuerza que me empujó hacia adelante.

La puerta se abrió, haciéndome perder el equilibrio yendo a caer encima de Xena.


- Chico, ¿así, sin previos?


Creo que es de las pocas veces que delante de una tía quería que me tragara la tierra.


- Ahora te toca a tí corazón.- Dijo con picardía.

-Txefo, puedes marcharte, recuerda lo que te he dicho que hagas esta noche.

-Txefo, ¿Me esperarás no?

-Tu amigo no te va a esperar porque contigo tengo un duro y larrgoo trabajito que hacer.- 


Esta tía me estaba hirviendo la sangre.


Me quedé con cara de panoli mientras cerraba la puerta.

-¿Qué, qué tienes pensado, Xena?

- Umm cariño, te voy a hacer algo que no he hecho nunca.

-¿ehhh, eso qué significa?

?voy a ser tu conejito de indias? – estaba tratando de ser seductor.

- Niñato, no te pongas tonto o te cambio la cara por la de un burro.

- Jajjaja no me digas que sabes hacer eso. Entonces seguro que te aplicas la magia a tí misma y esa cara tan hermosa en realidad oculta la de una berrugosa bruja.

- ¡ Esta cara me la dieron mis padres después de tremendo polvo, cosa que tú no sabes lo que es!


La tipa empezó a cabrearse. Sus ojos se agrandaban por momentos y sus pupilas dilatadas se mezclaban con el negro color de su iris. Me dio un escalofrío.

Por un instante pensé que se metía en mi mente.

- Si no te vas a tomar esto en serio es mejor que te marches. Estoy perdiendo dinero contigo.

- Bueno, no tengo muchas más opciones, te dejaré hacer. ¿Hay algún riesgo?

- ¿Riesgo? ¿De qué? O funciona o no funciona. Peor de lo que estás no vas a quedar…

Se quitó la larga toga negra que vestía dejándola caer sobre el suelo.

Un escaso vestido color índigo ceñía su contorno dejando poco a la imaginación.

Tragué saliva.

Sus largas piernas reflejaban la escasa luz.

- Bueno, me gusta el comienzo.

- Niñato, ¿vuelves a las andadas? Aquí mando yo.


La bruja se giró contoneando su cuerpo y sin poder evitarlo mis ojos se clavaron en su trasero respingón.

Se dirigió a una estantería y tomó varios objetos. Entonces me dediqué a observar la habitación. Estaba llena de armarios cerrados con llaves que colgaban de sus puertas, excepto en una pared desnuda de la que colgaban unos grilletes.


¡Upss! Volví a tragar saliva mezcla de excitación y nervios.


- No me ataras ahí, ¿verdad?.


- Si, ¿Dónde te crees que ha estado tu amigo todo calladito?

Movió un par de dedos indicándome que me acercara. Y allí fui, más caliente que un tubo de escape.

Dejó los cacharros en una mesa cercana.

 Cuando terminó de colocar todo, me agarró del brazo y me llevó hasta aquella pared.

- ¡Gírate!

 Me empujó con un golpe seco y me esposo de pies manos.

- Así estarás quietito.- volvió a susurrar.


¡Ostia! Odiaba esos susurros.


Volvió a la mesa y empezó su mantra mientras abría y cerraba frascos, volcando su líquido en un katilu.

Lo mezcló con una extraña cuchara brillante y lo alzó hacia arriba como invocando a algún dios.

Vi que la cosa iba en serio. Era bruja de verdad. Ahora el que se cagaba era yo.

Vino con el brebaje y me lo acercó a la boca. 

-¡Bebe! Me gritó continuando su canturreo.

Bebí hasta agotar el líquido.

 Sabía a especias y azúcar. ¿una queimada fría? Pensé, ¡menuda mierda!

Noté calor. El sonido del mantra empezó a no ser perceptible por mis oídos. Sólo la veía a ella moviendo sus carnosos labios. 

Iba de un lado para otro y el aire que desplazaba a su paso me rozaba acariciandome la piel.

Se me cerraron los ojos. El mantra volvió. Sonaba como dentro de mi cabeza. 

Y la voz susurrante de Xena retumbaba como el eco en mi cuello, trepando suavemente hasta introducirse sutilmente en mis oídos.

Mi respiración comenzó a agitarse. Me faltaba el aire. El corazón bombeaba desesperado por lograr que el poco oxígeno que trasportaba la sangre llegara a cada rincón de mi cuerpo.

Cada vez menos aire, cada vez más velocidad. Sentía la sangre fluir sin freno, desbocada.

Entonces se acercó ella, sentí sus manos acariciar mi pecho. Abrí los ojos como acto reflejo. Tenía sus labios delante, entreabiertos.

El hambre se apoderó de mí. Acorté como pude la poca distancia que nos separaba y entonces…

Entonces sentí como un fuerte golpe.


Me desperté sobresaltado. Tenía un fuerte dolor de cabeza. Miré a mi alrededor. Estaba en mi habitación sobre mi cama. No sé ni como ni cuánto tiempo llevaba allí.

Me levanté torpemente y llegué al baño. En el espejo volvía a ser el mismo.

¿Quizás una jodida pesadilla?

Busqué el móvil. Allí seguían los wasaps de Txefo.

Había sido real.

Salí corriendo a la habitación. Me vestí con lo primero que encontré y me fui disparado a por el coche.

“La bruja Xena”


¿Dónde está? ¿Era aquí?

No conseguía dar con ese cartel de letras en madera tallada.

Escribí a Txefo.

“Txefo tío pregunta a Cris dónde está la bruja.”

Esperé pero el cenutrio no miraba el móvil.

Aparqué con idea de recorrer las Cortes a pie.

La mezcla de razas y la dejadez de las fachadas me transportaron a un lugar diferente del pijo Bilbo.

Sonó un wasap:

“Tio, Xena cerró”

“ ¿Cómo que cerró?”

“Si”

“Ayer estuvimos”

“No, de eso hace un mes, tío.” 


















11 comentarios:

  1. Hasta esto de los deseos hay que pensárselo!
    Cuando la acabes, estaría bien una versión con protas femeninas, por ejemplo una pide tener más personalidad (de verdad, no de silicona) y la otra ser la Corina de marras.

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  2. Jajja lo tendré en cuenta ya siento la historia, no tenía mucha inspiración pero no quería hacerle el feo al reto. Gracias Índigo!

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  3. Creo que le faltaban músculos en la cara y por eso no podía sonreír. Esa parte me gusto mucho. Muy entretenida la historia. Vaya situación, se hacen los deseos realidad pero no como uno desearía. De ahí ah de venir la frase: Cuidado con lo que deseas. :D

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    1. Gracias Diego, la historia es más de pasar el rato q otra cosa

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  4. Genial! Típico deseo de la mayoría de los hombres: tener un careto poderoso de autoridad que todos lo respeten y una buena herramienta entre las piernas. Ja, ja, ja.
    No es mi realidad pero un sueño si que tengo por ahí en el que descubro un miembro viril, nuevo en mi cuerpo. Al verlo crecer me sentí poderoso, no sabéis cuánto me hizo feliz.

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    1. Gracias Azahara por comentar. Aquí en el pueblo hay algún imbécil que se dedica a pintar herramientas en cualquier sitio.Creo q debe tener algún complejo pero si creo q ha sido usado como símbolo de poder. Y lo de tu sueñooo jajjaja muy curioso, no creo q me sentiría muy cómoda con eso ahí todo el rato jajja

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    2. No lo dije bien, aclaro mi comentario: en aquel sueño yo era un hombre, los hombres tienen pene, bien, aquel sueño me reveló el secreto de tener pene, falo, poia... y guavos!!😅
      Bien, en mi sueño de hombre mi cosa se puso grande, vigorosa, fuerte. Hubo una erección y me sentí poderoso. Nada fuera de tono ni de lo normal. Supongo que el hombre sin su cosa no es hombre. Otra historia es agregar, incluir, colocar un pene donde no lo hubo antes, depde nacimiento, por ser mujer

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  5. tienes razón a veces los deseos se vuelven en tú contra y por eso mismo voy a comentarte ...;)
    Ya he leido que has escrito la historia rapido y por cumplir el expediente pero es una pena. La historia realmente tiene algo de interesante pero la matan los detalles, creo que si le dieras una (o dos) vuelta podria estar bien. Tienes que mirarte las puntuaciones (ya sé lo del movil) porque hay veces que queda confuso.
    Luego hay partes que se nota que querias pasar del punto A al B y haces una transición muy rapida sin explicarlo bien.
    Me gusta mucho que tienes un léxico que me resulta llamativo, creo que es muy vasco.
    Txefo es un nombre real?
    Aunque parezca mentira por la caña que te he dado la historia me ha gustado y le veo potencial por eso me sabe mal que esté a medias.

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  6. Umm no sé a qué te refieres con que le matan los detalles. He querido hacerla lo más ligera posible porque veía que se me iba de las manos en cuanto a extensión.
    Procuraré mejorar lo de las puntuaciones, a ver si soy capaz. Y Las transiciones pues lo mismo, no quería enrollarme mucho.
    Lo del léxico, pues no sé, creo q es como me expreso. Digo muchos tacos jaja será cosa de aquí, y Txefo existe, es el mote de uno de por aquí, me hizo gracia no lo había odio nunca, y no está bueno, no.
    Gracias por la super crítica hiper instructiva.

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  7. Epa!!! Pero vaya que te has esmerado en la segunda parte. Me sacó varias risas, y me erecto un poquitin los vellos del antebrazo Jajajajaja. Bien que se te da mesclar estas situaciones eromisticas. jiji.

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    1. No veía otra salida para deshacer el lío q recurrir a la magia. Así q le añadí algo de sabor a la pócima. 😉 Gracias por leer Diego.

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