viernes, 14 de agosto de 2020

 

EN LA BIBLIOTECA

 

El interior del recinto resultaba agradable y bien iluminado, con una hilera de bustos hechos de yeso adornando las cabeceras a cada lado del corredor principal representando –suponía- a escritores de renombre (aunque en realidad ninguno le resultó familiar). A simple vista eran apreciables incontables hileras de estantes repletos de libros milimétricamente alineados. Nada de esto parecía congruente con el exterior del edificio, de dimensiones notoriamente reducidas y una sombría fachada de estilo gótico. Colocada a un costado de la entrada principal, una placa de bronce indicaba: "Biblioteca pública".
Tomó un libro cualquiera y comenzó a pasar las hojas. Hizo una mueca, lo colocó de nuevo en su sitio y eligió otro. Ambos libros estaban completamente en blanco. Revisó media docena de libros más con el mismo resultado.
Tras dar varias vueltas entre estantes y pasillos que parecían copiarse hasta en la forma como reflejaban la luz de las lámparas situadas sobre el techo, casi se estrella al dar vuelta en uno de los anaqueles con el que parecía ser el bibliotecario; o al menos, alguno de uno de los empleados del sitio, aunque no portaba ninguna identificación. Tras el ligero sobresalto, le preguntó el motivo por el cual todos los libros se mostraban sin escritura alguna.
—Verá usted —comenzó el aludido con suma calma, como si se tratara de la cosa más normal del mundo— a esta biblioteca llegan todos los libros redactados por los malos escritores, llámense poetas, novelistas, biógrafos, historiadores, cuentistas, en fin. Aquí los libros son "borrados" o "limpiados" si es que valen tales expresiones, mediante un proceso que sería largo y tedioso describir. Luego son traídos hasta estos anaqueles, donde esperan para ser entregados a un buen escritor para ser re-escritos o re-inventados. El problema es que el número de malos escritores va en aumento, mientras que el de los segundos disminuye. Pero un libro siempre merece una segunda oportunidad, aunque a veces la espera sea larga, ¿no le parece?

 

 

11 comentarios:

  1. Buena historia con un bonito trasfondo...y sobre el fondo del asunto..¿Qué hace a un escritor bueno? es más ¿qué hace a un escritor tal cosa? ¿vale con el hecho de escribir o tiene que hacer algo de calidad? ¿hay una calidad literaria o es el lector el que aporta el valor?

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  2. Me gustó el tema que tocas. Y pensando un poquito sobre ello, creo, como ya lo dije varias veces antes, que no hay ideas malas, todo depende de como ejecutarlas. y lo que dice Kobbe. siento que es reciproco, lector y autor, no puede haber uno sin el otro. Todos podemos escribir, pero hay quienes tienen practica, o talento, y lo hacen mejor. La cosa es esforzarse, y dejar atrás la idea del no puedo. Ya se podrá.

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  3. Texto cuidado al milímetro.
    Sobre el tema, cierto que a veces dan ganas de borrar algún libro, bueno puede que bastantes, pero si se hace, un conjunto de páginas en blanco se podría seguir llamando libro?

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  4. No estoy seguro Indigo, he leído algunas definiciones de "libro" y en algunas sólo especifica que basta conque se trate de un conjunto de más de 50 hojas unidas para ser considerado como tal (menos de 50 hojas pasa a sr un "folleto"). Otras definiciones hablan de una obra de carácter literario, científico, de divulgación u otra índole, de lo cual se deduce que no es algo "en blanco". Al final, parece ser que basta con que cumpla el requisito de no menos de 50 hojas encuadernadas para ser llamado libro. La aparición en tiempos recientes del llamado "e-book" viene a complicar la cosa.

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    1. En realidad, mi comentario iba más por lo mismo que comentaban los demás que por el tema formato en sí. De tu historia me llamaron la atención los conceptos libro y biblioteca en un entorno donde no hay "nada" escrito. Me preguntaba si existía alguna confusión entre escritura y literatura, si solo la literatura puede (merece) ocupar un libro o una biblioteca, esas cosas...
      Me gustaron tus comentarios.

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  5. Ahora, abordando el tema que tocan Kobbe y DonDiego, yo sí me inclino a afirmar que existen los buenos y malos escritores. He visto (leído más bien) ideas buenas o interesantes echadas a la basura por un mal escritor; y viceversa, ideas muy simples desarrolladas con maestría por alguien que domina el oficio. Esto nos lleva al eterno debate de:¿los buenos escritores nacen o se hacen? Diría que ambas. Existen individuos que nacen con "el toque" literario, con esa sensibilidad innata, que suelen ser los menos. Por otro lado, están los que deben aprender el oficio y mediante un esfuerzo de años de práctica y duro esfuerzo, llegan a ser reconocidos como grandes escritores (no todos están llamados a ser Goehte o un Borges).
    Existe también el escritor "promedio", ese que no conseguirá destacar de la gran marea, ya sea porque cuenta con alguna facilidad natural pero no cuenta con el rigor y la constancia que requiere este duro oficio para afrontar los continuos golpes del rechazo, comunes en este medio y prefiere abandonar el camino; ya porque es un avispero de buenas ideas, pero desidioso a la hora de someterse a un esfuerzo constante de práctica, revisión y autocrítica.
    He visto muchos "libros" que jamás debieron ver su paso por una imprenta, pero cuyos tuvieron la fortuna de contar con los medios para hacerlo. He visto excelentes escritos que no pasarán de algunas lecturas en un blog, página literaria, comunidad de internet o similares, sin que reciban el reconocimiento que en verdad merecen.
    Tal vez alguno de ustedes recuerda o conoció a nuestra compañera de Story, llamada Lalachan. A mi jucio, ella tenía excelentes cuentos de terror que injustamente (también a mi juicio), nunca fueron lo suficientemente valorados. Y como ese ejemplo he visto docenas.
    ¿Que si existe algún parámetro literario Kobbe? Una buena pregunta con una complicada respuesta. Por supuesto que existen estándares mínimos para que algo sea considerado de calidad, la dificultad radica en quien o quienes son los encargados de vigilar o aplicar esos estándares. Muchas veces la "calidad" viene tamizada por apreciaciones subjetivas o velada por intereses editoriales, comerciales, políticos, etc.
    Me he extendido demasiado sobre el asunto. Saludos a todos y gracias por pasar por aquí.

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    1. a eso voy yo, que lo un buen libro o malo es muy subjetivo entra los gustos de cada uno. Obviamente hay unos mínimos por ejemplo de que esté escrito sin faltas de ortografía o en un formato que se pueda leer pero aun eso creo que no es imprescindible.
      Al final yo diría que la función de un libro(un escrito) es entretener o que al lector le interese lo que cuenta.

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  6. Excelente comentario! Y a seguir escribiendo!

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  7. hay libros que no leemos a tiempo y sí, a veces debemos darles una segunda oportunidad. que alegría volver a saber de tí.

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    1. Hola Despeinada, pues aquí andamos a ratos, entre la pandemia y el trabajo. ¿Qué es de tu vida?

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  8. Por eso no voy a escribir ningún libro, me lo borran fijo. Iré a por la otra opción, plantar un árbol. Bonita reflexión, si creo q hay demasiados libros malos pero porque no son para mí, cada cual tiene su público.

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